El autor de esta novela, José Carlos Carmona Sarmiento (Málaga, 1963), es un escritor singular. Tanto que su vis fundamental no es la de creador literario, sino la de músico, arte a la que se dedica profesionalmente. No en vano es profesor titular de Música en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla.
Sus pasiones y conocimientos van desde la música --fundamentalmente la clásica-- hasta la Filosofía, incluida por descontado la literatura. Y aparte de impartir Música a futuros profesores, es el director de la Orquesta y Coro de la Universidad de Sevilla, y de la Sinfónica Hispalense.
Mucho antes de ver la luz Sabor a canela y otros relatos, Carmona había publicado un libro más prágmático y próximo a su profesión: Criterios de interpretación musical; amén de Pararse a pensar (colección de trece relatos), Cuentos para después de hacer el amor, Yo sobre la tierra y El arte perdido de la conversación.
No es, pues, un advenedizo en el mundo de la narrativa, en el que además ganó el premio de novela del certamen que organizan la editorial Alfaguara y la Universidad de Sevilla, con la novela Una sinfonía concertante, que fue editada con el título Sabor a chocolate, del que ya se han vendido más de cien mil ejemplares.
Y ahora, ya en nómina de editorial Planeta se edita la primera de las dos novelas que debe escribir para esa empresa editorial: Sabor a canela.
El relato gira en torno a los avatares de una mujer llamada Cecile Goldberg, que a los tres años de edad, tras escuchar el sonido de un violonchelo, interiorizó cual mandato genético dedicarse a la música. Es, en resumen, la biografía de un personaje virtual que el autor utiliza para que el lector conozca mejor todos los significados y valores de la música clásica europea.
Edita PLANETA
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