30 abr 2009

"Deter o día cunha flor", poemario da ribadense Luz Pozo

A poetisa ribadense Luz Pozo Garza apresentou esta semán na cidade de Lugo o seu poemario Deter o día cunha flor, que ela mesma ten declarado que "é un libro visionario no que recollo as miñas esperanzas nunha visión personal e vital do futuro".
A primeira parte do traballo está inspirada nun verso da poetisa chinesa Li Yián, que viviu no século XI d.C., "que fala de deter o día, ao que eu engadín cunha flor". 
Li Yián, segundo precisou Luz Pozo, "referíase a unha muller separada do seu amante que falaba cunha flor de pemento, á que lle dixo xa sei que non podes deter o día. O que me lembrou a Rosalía, que escribiu un poema adicado ás plantas que falan".
A segunda parte do poemario é de contido relixioso.
Edita BAIA
MÁS DETALLES de la presentación de Deter o día cunha flor, en El Progreso.

"Dinero fácil", más novela negra escandinava y excelente

Texto publicado en el suplemento Culturas de La Voz de Galicia.
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"La vida y la muerte me están desgastando"

La vida y la muerte me están desgastando narra los avatares del terrateniente Ximen Nao, que es ejecutado y baja al inframundo, donde le condenan de forma injusta a reencarnarse en un burro. Así arranca una serie de vidas, muertes y transmigraciones en distintos animales que agotan al protagonista pero que nunca le hacen olvidar su esencia humana. En cada una de las reencarnaciones, el terrateniente sufre una injusticia que sirve para que conozca la vida cotidiana en un condado de China, lo que el autor utiliza para criticar distintos aspectos del régimen comunista mediante un relato en el que también hay humor.
El autor, Mo Yan (en chino, no hablar), ha precisado que tardó 43 días en escribir lesta novela y en caracteres chinos y a mano, si bien tardó 43 años en concebirla --ha puntualizado-- porque refiere vivencias que incluso se remontan a cuando él era adolescente y empezaba a comprender, siquiera parcialmente, la realidad.
La traducción del original, trabajo que en el caso de una lengua oriental debe ser tenida en cuenta, es del acreditado Carlos Ossés.
Mo Yan (1955), que reside en Pekín, nació en la provincia de Shandong, en un ambiente rural y en el seno de una familia de agricultores. Trabajó en una fábrica durante la Revolución Cultural maoísta y se enroló en el Ejército Popular de Liberación "para comer todos los días", según él ha precisado. Comenzó a escribir en 1981, cuando aún estaba en el ejército, para el que acabó trabajando como profesor de Literatura en la Academia Cultural de las Fuerzas Armadas.
El pasado 5 de marzo, Mo Yan recibió el Newman Prize que otorga anualmente un jurado internacional a una obra escrita en chino.
Edita KAILAS
CON ANTERIORIDAD, del mismo autor y en CDL: "Grandes pechos, amplias caderas".

27 abr 2009

"Residente privilexiada", as memorias de María Casares

Texto publicado no suplemento Culturas de La Voz de Galicia.
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Breve historia del Condado de Ribadeo

Faro de Illa Pancha, en la boca de la ría
El libro Condado de Ribadeo. Los trajes del Rey relata el nacimiento y avatares del señorío ribadense y de sus titulares, que influyeron notablemente en la vida de las gentes y en el devenir político-administrativo del territorio que media entre las desembocaduras de los ríos Masma y Navia.
El condado marcó las vidas de cuantos residieron en sus señoríos porque, entre otras cosas, hasta 1816 los titulares del condado cobraron anual y puntualmente las rentas que llevaba aparejadas el título y, además, la decisión de uno de los condes provocó que la comarca eo-naviega dejara de formar parte de Galicia.
El origen del condado tiene calado. Todo empezó en el siglo XIV, cuando Pedro I, único hijo legítimo de Alfonso XI, vio contestados sus derechos a la Corona de Castilla por uno de los diez bastardos que concibió la amante de su padre, la cortesana Leonor Núñez de Guzmán y Ponce de León.
Alfonso XI murió de forma repentina, durante la epidemia de peste que azotó a las tropas que operaban en el Campo de Gibraltar, donde el rey dirigía una expedición para impedir que un ejército yihadista cruzara el Estrecho para apoyar al reino nazarí de Granada. El desembarco islamista fracasó, pero esta es otra historia. El caso es que la inesperada muerte de Alfonso XI fue aprovechada por su esposa, María de Portugal, para expulsar de la corte a Leonor y a los bastardos, que abandonaron el Alcázar de Sevilla, donde radicaba la corte en aquellas fechas.
Una vez coronado, Pedro I desoyó las recomendaciones de su madre y envió recado a Leonor para que compareciera ante él, en Sevilla, donde pactaron que ella y sus hijos regresarían a la corte a cambio de aceptar sin reservas la legitimidad de Pedro I. El gesto fue inútil, pues Leonor siguió alimentando su ambición.
Uno de los hijos de Leonor, Enrique, apellidado Trastámara porque el conde de ese señorío le había ahijado, asumió los deseos de su madre y en aplicación de un detallado plan para ganar apoyos políticos matrimonió con Juana Manuel de Villena, hija de don Juan Manuel de Villena, adelantado mayor de Murcia y que fue el más influyente de los nobles de la corte de Alfonso XI (hoy este personaje es más conocido por su faceta de escritor con el nombre de Infante don Juan Manuel).
El Cruel, un apodo justificado
Enrique, que una vez muerto su padrino heredó el señorío de Trastámara, se levantó en armas contra Pedro I en Asturias; desde donde partió para recorrer el norte de Castilla a fin de recabar apoyos. La reacción de Pedro I fue inmediata y tras varios intentos frustrados de apresar a su hermanastro, hizo prender a la madre, Leonor, que fue encarcelada en el Alcázar de Talavera y poco después, ejecutada.  
El rey perpretró similares atrocidades para castigar a cuantos nobles apoyaron al pretendiente, por lo que fue apodado y pasó a la historia como Pedro I el Cruel.
El levantamiento de Enrique de Trastámara derivó en una guerra civil, aunque de baja intensidad, que coincidió en el tiempo con la Guerra de los Cien Años, que enfrentaba entre sí a los pretendientes de la corona de Francia y a este país con Inglaterra; conflicto que además era alimentado por el Papa por motivos que para nada eran evangélicos.
Enrique de Trastámara se puso al servicio del rey de Francia y poco después también del de Aragón, Pedro IV el Ceremonioso, aliado del francés y que mantenía pleitos fronterizos con el de Castilla en tierras de las actuales provincias de Álava, Logroño, Soria y Cuenca.
Enrique de Trastámara sumó sus tropas a las del monarca aragonés para contribuir a la derrota de su hermanastro y apoderarse de la corona castellana. La guerra fue larga y aunque las batallas en campo abierto fueron esporádicas, miles de campesinos se arruinaron y la hambruna asoló decenas de villas, pues  entre los mercenarios y los caballeros de uno y otro bando eran mayoría los que se dedicaban al saqueo.
En la batalla de Nájera (1360) el Trastámara cayó herido y fue apresado, pero sus captores no lo identificaron, fue liberado y huyó a Francia, donde con el apoyo del rey galo reunió otro ejército para, primero, luchar contra los anglo-normandos y, más tarde, en 1363, cruzar los Pirineos y luchar otra vez al lado del monarca aragonés, que seguía en guerra contra el Cruel.
Exilio y regreso de Pedro I
En 1365, Pedro I creyó disponer de tropas suficientes para adoptar una estrategia más agresiva e invadió tierras aragonesas; pero fue derrotado y huyó a Francia para salvar la vida, donde el castellano se puso al servicio de los anglo-normandos, enfrentados al monarca francés y al de Aragón.   
Con Pedro I en el exilio y superadas las renuencias de algunos cortesanos, Enrique de Trastámara fue coronado rey en 1366.
Mientras tanto, Pedro I el Cruel se había convertido en amigo personal del Edward de Woodstock, señor de Gales. Gracias a este poderoso aliado regresó a la Península al frente de un contingente de anglosajones y, en gran medida debido a la sorpresa, derrotó al confiado Trastámara, cuyo ejército fue desarbolado curiosamente también en Nájera, lo que obligó a Enrique a huir de nuevo a Francia.
El triunfo de los mercenarios
Durante los meses siguientes y gracias a la financiación que le prestó el rey franco Carlos V el Sabio, el Trastámara logró reunir el que fue considerado uno de los más poderosos ejércitos de la época, no tanto por el número de combatientes como porque la mayoría de ellos eran experimentados mercenarios. Los guerreros contratados invadieron Castilla con el apoyo del ejército aragonés y debido a las atrocidades del Cruel, los invasores contaron con el respaldo de numerosas partidas armadas por nobles castellanos que estaban hartos del despotismo de Pedro I.  
El que sería el último rey de la dinastía de Borgoña cayó derrotado en la batalla de Montiel, donde fue apresado, encadenado y horas después llevado a presencia de Enrique, que con sus propias manos mató a su hermanastro de una puñalada en el corazón.
El primer conde de Ribadeo
¿Qué tiene que ver todo esto con el Condado de Ribadeo? Mucho, pues en esa guerra intestina entre el hijo y el hijastro de Alfonso XI participó de forma destacada el primer titular del señorío ribadense: Pierre de Villaines.
Los mercenarios que sirvieron al Trastámara eran comandados por el bretón Bertrand du Guesclin, que fue uno de los nobles francos, que ejercían de señores de la guerra y crearon ejércitos privados para enriquecerse durante el largo conflicto entre anglo-normandos y franceses.  
Entre los lugartenientes de Du Guesclin había un oficial originario de la localidad normada de Beuce que destacaba por su arrojo: Pierre de Villaines. Los mercenarios que invadieron Castilla lo hicieron por dinero, pero las riquezas del Trastámara eran parcas, de modo que  Enrique se comprometió a que una vez coronado otorgaría títulos y derechos recaudatorios a los oficiales de Bertrand du Guesclin. Ahí radica la razón de que un mercenario normando obtuviera la dignidad de conde de Ribadeo.
De Villaines, de cuya presencia en la costa cantábrica no hay constancia documental, participó en varias sesiones de las Cortes castellanas; esto sí está probado, pues consta en media docena de actas en las que figura identificado como titular del señorío ribadense y con el nombre y apellido castellanizados: Pero Villán.
La venta del título y de los derechos
El primer conde de Ribadeo vivió en distintas localidades de Castilla durante un cuarto de siglo y ya cincuentón decidió regresar a su patria. Sabedor de que si abandonaba la Península dejaría de recibir las rentas ribadenses, De Villaines decidió vender sus señoríos al mejor postor, que resultó ser Ruy López de Ávalos, condestable de la Corona en Murcia y señor de Arenas de San Pedro, que abonó al normando cien mil maravedíes.
Las referencias existentes indican que el segundo conde de Ribadeo, Ruy López de Ávalos, era hombre refinado y católico devoto, pero también era un intrigante empedernido y terriblemente autoritario con sus servidores. Esto último le costó caro.
López de Ávalos fue acusado de conspirar contra el joven rey Juan II, que recibió una carta anónima alertando al monarca de que el conde hacía negocios secretos y conspiraba contra elmonarca con el apoyo del reino de Granada. Por lo que Juan II le retiró el título ribadense, que pasó a manos de la Corona.
Este proceso fue posteriormente revisado y se descubrió que la carta había sido remitida a modo de venganza por un escribano que trabajaba para don Ruy. Pese a ello, el rey se negó a rectificar su decisión y López de Ávalos murió solo, empobrecido y extrañado en Valencia.
Rodrigo de Villandrando
Tres años después de morir López de Ávalos, exactamente el 22 de diciembre de 1431 y en ceremonia celebrada en Zamora, Juan II firmó un privilegio nombrando al que sería el tercer Conde de Ribadeo: Rodrigo de Villandrando, profesional de la guerra y persona bien relacionada en la corte. En la concesión del título al de Villandrando influyó que este contaba con excelentes aliados en Francia, donde había luchado en dos campañas contra los anglo-normandos, integrado como oficial en el ejército que lideró Juana de Arco.
Rodrigo de Villandrando se casó con Margarita, hija de un compañero de armas francés, el duque Jean de Borbón. La Borbón falleció poco después de parir un niño, que fue bautizado con el patronímico Charles.  
El conde matrimonió nuevamente, esta vez con Beatriz, hija de Diego López de Zúñiga, conde de Nieva y virrey del Perú. Este segundo emparejamiento concibió dos hijos: María y Pedro.
El primogénito del conde, Charles de Villandrando y Borbón, heredó parte de los bienes y privilegios que los Borbón poseían en Francia, adonde se mudó definitivamente; en tanto que el señorío de Ribadeo fue reservado para el benjamín, Pedro, pero su temprana propició que el cuarto titular del condado fuera una mujer: María de Villandrando y López de Zúñiga, que se casó con un miembro de la familia Sarmiento.
Tras el aventurero mercenario normando, el desgraciado López de Ávalos y el castellano que luchó junto a Juana de Arco, de los siguientes condes de Ribadeo sólo uno de ellos merece ser destacado en la historia de las tierras de Ribadeo y de la Pobra de Navia, pues esta era la circunscripción del señorío. Ese conde que se ganó pasar a la historia fue Diego Sarmiento y Villandrando, que avanzado el siglo XVI decidió vender sus derechos sobre la Pobra de Navia y las entonces codiciadas tierras de Villayón.
Segregación de las tierras del Eo-Navia
El conde alcanzó un principio de acuerdo de compraventa con Lope Ruiz Ron, vecino adinerado de Ibias; sin embargo, las gentes de Navia y Villayón consideraron que la operación perjudicaba sus intereses y, asesorados por Juan Alonso de Navia, titular del Mayorazgo de Anleo, presentaron un alegato ante el rey, el todopoderoso Carlos I de España y V de Alemania.
Con fecha 18 de mayo de 1550 y en Aranda de Duero, Carlos I suscribió un edicto autorizando al conde a enajenar sus derechos sobre las tierras de la Pobra de Navia y Villayón, pero ordenó que los compradores fueran los vasallos del territorio. El dictamen del monarca incluso fijaba el precio: 8.217 ducados y 4 reales.  
El pago se hizo efectivo y el cmbio de titularidad entró en vigor 16 meses después, en septiembre de 1551.
Las consecuencias de esa venta fueron profundas, pues la pérdida de los derechos del condado de Ribadeo sobre la comarca eo-naviega fue tenida en cuenta con motivo de los pleitos territoriales y económicos que durante decenios enfrentaron a los obispados de Mondoñedo y Oviedo.   
La curia astur aprovechó la nueva situación para incorporar a su diócesis las parroquias de las tierras de Navia y Villayón.
El señorío de la Pobra de Navia y Villayón fue breve. Los copropietarios de los derechos fueron incapaces de ponerse de acuerdo a la hora de repartir fincas, caseríos y otras propiedades. Los pleitos se agravaron hasta el extremo de que se produjeron varios enfrentamientos violentos en los que se registraron decenas de muertos y heridos.
Finalmente, en 1608, tras medio siglo de trifulcas y con parte del patrimonio del señorío eo-naviego destruido o abandonado, la Real Chancillería de Valladolid, actuando en nombre del Reino de Castilla anuló todas las ventas, arriendos, traspasos realizados y el patrimonio y los derechos de la mitad oriental del Condado de Ribadeo fueron rescatados por la Corona, circunstancia que reforzó las tesis del obispado oventense, cerrándose así el proceso por el que la comarca del Eo-Navia acabó formando parte de la provincia de Oviedo.
Hoy el condado es un bien de valor exclusivamente histórico cuya dignidad pertenece a la Casa de Alba debido a que la vigésimo quinta condesa de Ribadeo, Rosario de Silva y de Gurturbay, duquesa de Híjar, se casó con el décimo séptimo duque de Alba, que fueron los padres de la que es la vigésimo sexta condesa de Ribadeo: Cayetana James Fitz-Stuart y de Silva, duquesa de Alba. Motivo por el que quien previsiblemenete será el vigésimo séptimo conde de Ribadeo, Carlos James Fitz-Stuart y Martínez de Irujo presidió la inauguración de la exposición celebrada durante el verando del 2007 en Casa das Letras sobre la colección de los trajes de reyes españoles que constituye la única propiedad tangible del condado, prendas que están depositadas en el Palacio de Liria, sede madrileña de la Casa de Alba.
[Este texto resume el contenido del libro Condado de Ribadeo. Los trajes del Rey, editado por Casa das Letras, que incluye la historia del señorío y un largo período de la historia de la villa]

26 abr 2009

"Acostumbrada a un cielo extraño"

"En 1998, en plena crisis económica en Asia, una mujer sufre una pérdida familiar irreparable. Gail Szeto es una empleada de un banco norteamericano destinada en Hong Kong a la que un día le comunican que su hijo pequeño y su madre han fallecido en un accidente.
"La terrible noticia provoca una transformación vital de la protagonista, dispuesta a revisar toda su vida para afrontar su nueva situación de absoluta soledad.
"La autora, Xu Xi, aborda temas universales, de forma que el origen de la autora no provoca ninguna extrañeza en el lector occidental, que se sentirá atraído por el ambiente cosmopolita de la novela, en viaje continuo de Hong Kong a Nueva York, con personajes de ambos continentes y una escritura accesible y, a la vez, muy elegante.
"Xu Xi nació en China aunque es de origen indonesio y se crió en Hong Kong. Trabajó en marketing pero desde 1997 se dedica plenamente a la escritura. Ha publicado tres novelas, tres volúmenes de cuentos y diversos ensayos. Con esta novela fue finalista del Man Asian Literary Prize, y The New York times la distinguió como la autora asiática pionera en escribir en inglés. Actualmente vive en EE UU, donde es profesora de Bellas Artes, en Vermont."
[Texto de presentación de la editorial]
Edita KAILAS

23 abr 2009

Día del libro: ¿Por qué regalar siempre novedades?


Escribir sobre el Día del Libro es relativamente fácil. El asunto tiene mil y una caras, desde la estrictamente cultural hasta la puramente comercial, que la hay, sin duda. En todo caso, basta constatar un hecho tan viejo como actual: Se lee poco porque la cultura sigue siendo un bien infravalorado.
Este año, si de lo que se trata es de escribir o decir originalidades, una batida por la Red permite acceder a unas cuantas, aunque no muchas, pues en cultura --como en tantas cosas de la vida-- el ser humano se repite con asiduidad.
A criterio de CDL, el texto dedicado al Día del Libro más singular es el que ha escrito Víctor Miguel Gallardo, en Lecturalia, que empieza así:
"Podría hacer lo que todo el mundo y recomendar, en este día tan especial, un puñado de novedades editoriales. Que las hay buenas, por supuesto. No obstante, ¿por qué se regalan siempre libros recién publicados? La respuesta es muy fácil: el libro es un regalo socorrido. No sólo se regalan a familiares y amigos libros que hemos leído y nos han gustado, también se regalan libros de los que hemos oído hablar (y que creemos que se amoldan a los gustos de la otra persona) o, directamente, cogemos el primero que nos llama la atención en las pilas de los centros comerciales o librerías. Estos tres factores explicarían en parte por qué siempre se compran los mismos libros, por qué la gente habla de los mismos títulos y por qué, al tiempo que se comenta que el mercado editorial no está viéndose afectado por la crisis, sino al contrario, muchas pequeñas editoriales están yendo a la quiebra.
"No tanto por intentar ser original sino porque creo que hay libros, publicados hace años, que han de ser rescatados y releídos, me permito recomendar cinco libros nada recientes."
Los recomendados de Gallardo son:
Laberinto de muerte, de Philip K. Dick,
El imperio del sol, de J. G. Ballard,
El club Dumas, de Arturo Pérez Reverte,
Rey Jesús, de Robert Graves y
La señora Frisby y las ratas de Nimh, de Robert C. O´Brien.
ENLACE al texto completo de Gallardo, "Día del Libro: ¿Por qué regalar siempre novedades?"

Librería Arenas premia "La noche de las palabras", de Luis Pousa

El autor en el acto de la entrega del galardón (foto capturada en La Voz de Galicia)
La histórica y emblemática librería Arenas, de A Coruña, hizo ayer entrega de su noveno premio al escritor y periodista Luis Pousa, por su novela La noche de las palabras.
Luis Pousa, autor del poemario Embigo do mar, plantea una historia cuyo protagonista es intangible y dual: el olvido y la memoria. Pousa narra los avatares de un pintor que pierde la memoria al sufrir un accidente de tráfico en A Coruña, circunstancia que le obliga a reconstruir su vida, con todo lo que ello comporta. El autor del relato ha confesado con retranca que "el personaje central de la novela me cayó muy bien. Creo que va a tener continuidad y que protagonizará alguno de los relatos que escriba a partir de ahora".
Luis Pousa es miembro de la Redacción central de La Voz de Galicia, periódico en el que ha cubierto variadas funciones. No obstante, la pasión personal e incluso informativa de Pousa es la cultura en general, especialmente la escrita, por lo que su firma es una de las más habituales en el suplemento Culturas que La Voz edita todas las semanas y que distribuye encartado con el periódico de los sábados.

22 abr 2009

Día del Libro: Un brindis por el futuro de la cultura

Mañana se celebra el Día del Libro, ocasión adecuada para recordar un párrafo de La caverna en el que el genial escritor portugués José Saramago dejó esta perla:
Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están ahí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa.
Tal día como hoy, en 1616, desaparecieron, ¡pero sólo físicamente!, Miguel de Cervantes, William Shakespeare y Garcilaso de la Vega, que son los tres escritores más recordados; pero un 23 de abril fallecieron y nacieron otros autores: Druon, Laxness, Nabokov, Pla, etcétera... Y todos los 23 de abril nacen lectores, unos con sólo 6 años de edad y otros que descubren el poder de las letras ya treintañeros o sexagenarios.
Poco importa, porque los libros no tienen edad y satisfacen a todas las edades. De hecho, tal como recuerdan las bitácoras de los aficionados al cómic, el Día el Libro también es un momento adecuado para ganar lectores por la vía del tebeo, invitación que lanza, entre otros, el blog La Cárcel de Papel.
Una vez más, Barcelona, la ciudad europea donde el Día de Libro tiene un carácter más social y participativo, organiza decenas de actos, de los que ofrece un resumen la bitácora Papel en Blanco.
Un año más, Casa das Letras se suma a la fiesta y mañana colocará el tradicional mostrador callejero. Pero este año, además, prolongaremos la oferta durante el próximo fin de semana, sábado y domingo, con una especial atención al libro infantil y juvenil, pues el mañana es de los más jóvenes, incluido el futuro de la cultura... ¡Y del libro!
ENLACES a los post de CDL con motivo del Día del Libro de 2008 y de 2007.
PARA MÁS INFORMACIÓN sobre las convocatorias del Día del Libro, pulse aquí.

1 abr 2009

"Ena", biografía novelada de la abuela de Juan Carlos I

Imagen de María Victoria y su esposo, Alfonso XIII
Victoria Eugenia Julia Ena de Battenberg (Balmoral, Escocia, 1887-Lausana, Suiza, 1969), nacida princesa de Inglaterra, nieta de la reina Victoria, se convirtió en reina consorte de España al matrimoniar con el rey Alfonso XIII, de modo que es la abuela paterna Juan Carlos I.
Nació en el castillo de Balmoral, era hija de Enrique de Battenberg y de la princesa Beatriz, hija menor de la reina Victoria y del príncipe Alberto.
Victoria Eugenia recibió el nombre de sus dos abuelas y de su madrina, la emperatriz Eugenia, viuda del emperador Napoleón III, y familiarmente era conocida como Ena.
Victoria Eugenia vivió su infancia en el castillo de Windsor, en el de Balmoral y en Osborne House (isla de Wight). Su padre murió en 1896 a causa de una infección contraída en África. Tras la muerte de la reina Victoria (1901), los Battenberg se mudaron al palacio de Kesington (Londres).
En 19905, durante una fiesta organizada por su tío Eduardo VII, Victoria Eugenia conoció a Alfonso XIII, que cortejó a la joven a pesar de la oposición que esa relación suscitaba en la madre del monarca español, María Cristina, que despreciaba a los Battenberg debido a los oscuros orígenes de esa familia.
Victoria Eugenia, que aceptó la invitación de Alfonso XIII, renunció al luteranismo para acogerse a la Iglesia Católica, lo que contribuyó a despejar renuencias familiares y sociales, siendo bautizada por el obispo de Nottingham, primero, y repitiendo ceremonia en tierra española, concretamente en la madrileña iglesia de San Sebastián, dos días antes de la boda.
El matrimonio se celebró en la iglesia de San Jerónimo, el 31 de mayo de 1906, y cuando el cortejo nupcial se dirigía al Palacio Real sufrió un atentado, del que Victoria Eugenia salió indemne porque en el momento de la explosión giró la cabeza para contemplar la iglesia de Santa María.
El matrimonio tuvo siete hijos, cinco varones y dos mujeres:
Alfonso Pío Cristino Eduardo (1907–1938), hemofílico y que renunció a sus derechos al trono en 1933 para contraer matrimonio con la plebeya Edelmira Sampedro;
Jaime Leopoldo Isabelino Enrique (1908–1975), que se quedó sordomudo durante una operación quirúrgica siendo niño, renunciando a sus derechos al trono en 1933;
Beatriz Isabel Federica Alfonsa Eugenia (1909–2002), unida en matrimonio con un Torlonia, familia noble italiana;
Fernando (1910), que murió en el parto;
María Cristina Teresa Alejandra (1911-1996), casada en Italia con el conde Marone;
Juan Carlos Teresa Silvestre Alfonso (1913-1993), conde de Barcelona, pretendiente al trono hasta 1977, cuando cedió sus derechos a su hijo, Juan Carlos I; y
Gonzalo Manuel María Bernardo (1914–1934), nacido hemofílico.
En resumen, la vida de Victoria Eugenia, que ha novelado con acierto narrativo y documental Pilar Eyre, sirve para conocer con más detalle a la familia Borbón y a los ancestros inmediatos del actual jefe de Estado español.
Edita LA ESFERA DE LOS LIBROS