El fin de una época es la reflexión de un profesional que, sabedor de que se acerca del fin de su vida laboral activa, se decide a contar parte de lo que sabe y de lo que piensa.
Iñaki Gabilondo, uno de los grandes comunicadores de la radio española del último medio siglo, habla de periodismo a calzón quitado en un momento en el que la credibilidad de los profesionales vive sus horas más bajas desde los años setenta.
El periodismo arrastra una larga y parece que inacabable transformación que, pese a lo que digan algunos, no se debe tanto a los profundos cambios a que obligan las nuevas tecnologías como a las indecisiones y a las cobardías del sector --empresas y profesionales--, a lo que se suma la irrupción de inversores ajenos al mundo de la información que han aterrizado en el sector por motivos más socio-políticos que económicos y que, por supuesto, orillan criterios informativos.
Se trata, pues, de un libro muy personal, por subjetivo, pero generoso, en el que su autor no elude asuntos espinosos, demostrando no solo su pasión por el periodismo sin aditivos, sino también un profundo respeto por los cientos de miles de radioyentes a los que sirvió con probada dignididad.
Gabilondo (San Sebastian-Donosti, 1942), licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, se estrenó en radio con sólo 21 años de edad, en 1963, en Radio Popular de San Sebastián, de la que fue director a los 27 años. En 1969 fue nombrado director de Radio San Sebastián (SER) y tras pasar por las emisoras de Sevilla y Madrid, en 1980 accedió a la dirección de los servicios informativos de Cadena SER, responsabilidad que luego asumió en TVE, coincidiendo con el golpe de Estado de 1981 (el 23-F).
En 1983 regresó a la SER y en 1986 se hizo cargo de Hoy por hoy, que con Gabilondo ha sido el programa de radio de mayor audiencia de la historia de la radiodifusión española.
Edita BARRIL & BARRAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario
* CDL admite comentarios anónimos siempre que NO incluyan insultos ni difamaciones.
* CDL admite comentarios anónimos sempre que NON inclúan insultos nin difamacións.