Transcripción de tres párrafos del libro --cuyo subtítulo es La histeria, los vibradores y la satisfacción sexual de las mujeres-- que son útiles para conocer de forma general su contenido:
"En nuestra cultura han existido, y existen, medios poderosos para ignorar las demandas de las mujeres de mutualidad orgásmica. En algunos sitios, que una mujer admita que no suenan todas sus campanillas en un coito sin más se entiende como una confesión de ser defectuosa. Además se supone que los hombres occidentales han nacido sabiendo cómo satisfacer a una mujer del mismo modo que se supone que las mujeres nacen sabiendo cocinar.
"Antes, los hombres eran responsables de la sexualidad de las mujeres; Frank Caprio decía a los maridos jóvenes en 1952 que el despertar sexual de sus esposas era su responsabilidad. A la vista de estos estándares imposibles, los hombres tradicionalmente se han desinteresado en las respuestas verdaderas (y quizás poco halagadoras) a las preguntas sobre la satisfacción de las mujeres; e incluso cuando han aparecido estas respuestas el hombre ha tenido la oportunidad de culpar a la mujer de su fallo (de ella, y por tanto de él).
"Los escritores de consejos médicos como Caprio tradicionalmente afirman cosas como que la fijación del instinto sexual en el clítoris es el resultado de manipulación excesiva. La mayor parte del resto del libro de Caprio trata sobre el problema de la frigidez femenina causada por esas fijaciones patológicas. Pocas mujeres están dispuestas a exponer su conducta íntima a críticas de esta clase, apoyadas socialmente. La mayoría de las mujeres tenía que afrontar problemas más acuciantes como la supervivencia económica y la armonía familiar, de modo que el coste de combatir la norma androcéntrica con toda seguridad debe haber parecido mayor que la posibilidad muy escasa de recompensa final."
La autora, Rachel P. Maines, es historiadora, posee formación específica en ciencia y tecnología de la antigüedad y en lenguas clásicas. Es científica visitante en la Cornell University School of Electrical and Computer Engineering, y se ha especializado en la historia de la tecnología y en particular en temas que relacionan tecnología y cuerpo humano, incluyendo la sexualidad, la medicina, el riesgo tecnológico y la epidemiología de lesiones.
Edita MILRAZONES
Si, es cierto lo que apunta sobre esta cuestión. Lo más curioso es que parece que nop hemos avanzado mucho.
ResponderEliminarsaludos
Tienes razón, Txema, y creo que somos también las mujeres las responsables de ese escaso avance. No hemos sabido defender la forma de entender y disfrutar de nuestra propia sexualidad. Pocas son las que se han cuestionado que el modelo andrógino no tenía por qué ser el único y debido a ello la frustración y los complejos, por "no estar a la altura de las circunstancias", han dominado muchas de las relaciones de pareja.
ResponderEliminarAdmiro a la autora por atreverse a escribir una obra así y a la editorial por su apuesta.
Un saludo.